Manchas

Nota de la autora:

Esto no es un poemario, pero sí es la historia detrás de un poema que -mancha por mancha- relata un silencio, un diagnóstico erróneo y tardío, y cómo ha sido la vida desde esta piel.

Tengo dermatitis atópica, pero por muchos años ningún médico me lo dijo. La vida ha sido un picor constante, y no fue hasta mis 20 años que ese ardor desesperante encontró su nombre. Antes del diagnóstico, mi piel solo era un campo minado de llagas que no sanaban.

No digo que ahora me encantan mis manchas, pero esta es la única piel que tengo, y esta es mi única vida. Por eso decido, todos los días, habitar mi piel en paz.